A partir del 1 de enero del 2016, ha entrado en vigor, la Ley 35/2015 de 23 de septiembre, que regula la reforma para la valoración de los daños y perjuicios de las personas en accidentes de circulación.
Se establece un nuevo baremo en cuanto a los daños y perjuicios producidos por accidente, intentando poner a la víctima en una situación como la que tendría de no haberse producido el accidente. Recogiendo nuevos perjudicados y nuevos conceptos para resarcir del daño.
Este baremo que entra en vigor a partir del 1 de enero del 2016, abarca los daños producidos no sólo como consecuencia del tráfico, sino que también se puede aplicar de forma orientativa a aquellos accidentes producidos en el ámbito laboral, o por negligencia médica.
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